domingo, 16 de junio de 2013

Definición del "Gótico"

El término gótico fue empleado por primera vez por los adinerados del renacimiento, en sentido peyorativo, para referirse al arte de la edad media, al que ellos consideraban inferior y bárbaro (gótico deriva de godo) comparado con el arte clásico. 

A pesar de ser una continuación del Románico, en el Gótico se aprecian actitudes bastante diferentes e incluso opuestas. Si el Románico es conocido por su oscuridad y recogimiento, el Gótico implica todo lo contrario, luz, color, elevación, expresividad y naturalismo.

El Gótico, como todos los estilos artísticos, tiene variantes regionales. Como ejemplos podemos hablar de la escuela francesa donde destacan las catedrales de Notre-Dame de París, Sens, Chartes, Laon, Reims y Amiens o la Saint-Chapelle levantada por san Luis.

La escuela española destaca por las catedrales de León, Burgos, Toledo, Gerona, Barcelona o Sevilla.

La escuela portuguesa con los monasterios de Belem y Batalha o la iglesia de la Orden de Cristo en Thomar.

En Alemania es famoso por las catedrales de Colonia, Estrasburgo o Ulm. Mientras que en Inglaterra cuenta con las catedrales de Gloucester, Salisbury o Lincoln.
En cuanto a la escuela italiana, podemos diferenciar un gótico más revolucionario, contra el tradicional en la catedral de Santa María de las Flores de Florencia, o un estilo más próximo al gótico europeo como en la catedral de Milán.

Historia

El arte gótico es un estilo que se desarrolló en Europa occidental durante los últimos siglos de la Edad Media, desde mediados del siglo XII hasta la implantación del Renacimiento (siglo XV para Italia), y bien entrado el siglo XVI en los lugares donde el gótico pervivió más tiempo. Se trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente. Según los países y las regiones se desarrolla en momentos cronológicos diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones profundas: más puro en Francia (siendo bien distinto el de París y el de Provenza), más horizontal y cercano a la tradición clásica en Italia (aunque al norte se acoge uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de Milán), con peculiaridades locales en Flandes, Alemania, Inglaterra y España.

El arte gótico propiamente dicho coincide en el tiempo con la plenitud y la crisis de la Edad Media. Se suele indicar que frente al arte románico (que refleja una sociedad ruralizada de guerreros y campesinos), el gótico coincide con el máximo desarrollo de la cultura urbana donde aparece la burguesía, las universidades y el florecimiento de las órdenes religiosas (monásticas como el Cister y mendicantes como franciscanos y dominicos), así como la acentuación de los conflictos y la disidencia (revueltas populares, herejías, desarrollo y crisis de la escolásticaCisma de Occidente) y finalmente los pavorosos espectáculos de la Peste Negra y la Guerra de los Cien Años en un mundo tan cambiante que sólo puede entenderse en términos de una mutación fundamental (para la historiografía materialista, la transición del feudalismo al capitalismo).

sábado, 15 de junio de 2013

Arte Gótico

El arte gótico es un estilo que se desarrolló en Europa occidental durante los últimos siglos la Edad Media, desde mediados del siglo XII hasta la implantación del Renacimiento (siglo XV para Italia), y bien entrado el siglo XVI en los lugares donde el gótico pervivió más tiempo.
Se trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente. Según los países y las regiones se desarrolla en momentos cronológicos diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones profundas: más puro en Francia (siendo bien distinto el de París y el de Provenza), más horizontal y cercano a la tradición clásica en Italia (aunque al norte se acoge uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de Milán), con peculiaridades locales en Flandes, Alemania, Inglaterra y España.
Una nueva sensibilidad para una nueva arquitectura
El estilo gótico se desarrolla en Europa, sucediendo al románico desde la cuarta década del siglo XII hasta bien entrado el XVI.
La denominación peyorativa “gótico” fue inventada por los eruditos del Renacimiento con sentido de desprecio a un arte que consideraban bárbaro (el “arte de los godos”) muy inferior en consideración al arte grecorromano.
Sin embargo fue revalorizado y exaltado en el siglo XIX por los movimientos nacionalistas y románticos europeos y en la actualidad se considera universalmente como uno de los momentos más brillante,s desde el punto de vista artístico, del mundo occidental.
Aunque el gótico sucede arquitectónicamente al románico del siglo XII, lo cierto es que ambas arquitecturas responden a principios inspiradores opuestos.
Como sostiene el gran experto Otto von Simson, con el gótico se produce una de las más radicales rupturas estilísticas que han conocido la arquitectura occidental.
La razón de tal revolución es el cambio de la mentalidad medieval sobre el conocimiento y la verdad existente. Los siglos XII y XIII contemplan la derrota del idealismo de Platón, defendido por San Agustín, que fue la base filosófica de los siglos altomedievales. Desde estas fechas, se recupera las filosofía basada en la preeminencia de los sentidos de Aristóteles, intensamente defendido por personajes de la talla de san Alberto Magno y santo Tomás Aquino.
La idea de que sólo la racionalidad humana es el único sistema de conocimiento y que las formas sensibles son sólo una apariencia engañosa de la verdad, es desplazada por la convicción de que de los sentidos son necesarios descubrir las cosas de la naturaleza, verdadera fuente de conocimiento.
Como consecuencia de este cambio de mentalidad, en el campo del arte y la arquitectura, el obstinado equilibrio simétrico y la regularidad y geometrismo del románico, son desplazados. 

El arquitecto ya no tiene que apegarse a formas regulares para construir (círculos y cuadrados fundamentalmente) sino que se ve libre para trabajar, no como une geómetra sino como un ingeniero. Por tanto, si en el campo de las ideas se sustituye el idealismo por el naturalismo, en el campo del arte se sustituye la inteligencia abstracta por el empirismo.
René Huyghe escribe estas bellas palabras sobre la arquitectura gótica:
“Una estética pragmática edifica monumentos donde, descartadas las superficies planas, se erizan de puntas, de calados, de proyecciones, se rompen en el juego complejo de los salientes y las aberturas, donde las líneas tropiezan, se cortan, se interseccionan con aspereza, donde todas las previsiones de la inteligencia son derrotadas por el imperioso dictado de los hechos”
En este contexto y aunque la arquitectura sigue sujeta a ciertas reglas básicas de geometría, los edificios se liberan del rigor racional anterior y a sus estructuras se les permite la vida y la espontaneidad. Como afirma Huyghe un edificio gótico puede entenderse como un organismo vivo que crece hacia el sol.
Por último, esta nueva arquitectura, utiliza este empirismo ingenieril es inventar ingeniosas soluciones tectónicas para el fin de crear espacios de gran altura y colorido. La manera del siglo XIII de simbolizar la Jerusalén Celestial es mediante la creación de un grandioso espacio de luz y color.

 

Etapas del arte Gótico.

Gótico temprano

En Francia, durante la primera mitad del siglo XII, la bóveda de crucería apareció esporádicamente en cierto número de iglesias. Sin embargo, la fase que iba a conducir a la construcción de las grandes catedrales francesas comenzó en 1137, con motivo de la construcción de la girola de la iglesia abacial de Saint-Denis, panteón real en las afueras de París.


En el deambulatorio de Saint-Denis, las finas columnas que sustentan las bóvedas de crucería y la ausencia de muros divisorios entre las distintas capillas radiales proporcionó un nuevo sentido de espacio continuo, fluido, que anticipaba las creaciones posteriores.

Saint-Denis fue el modelo para la primera de las grandes catedrales, Notre Dame de París (comenzada en 1163), así como para un periodo de experimentación orientado a la desmaterialización del muro por medio de la apertura de grandes ventanales traslúcidos. El añadido de un cuarto piso en los alzados interiores incrementó la altura de forma vertiginosa. Este piso adicional, denominado triforio, consiste en un estrecho pasadizo con arquerías situado entre la tribuna que se halla sobre las naves laterales y el nivel de los ventanales superiores (claristorio). Las catedrales francesas de Laon y Noyon también corresponden a esta primera etapa.

Gótico clásico

La fase experimental del gótico temprano se resolvió finalmente en la catedral de Chartres (comenzada en 1194). Eliminando la tribuna del segundo piso heredada del románico, pero manteniendo el triforio, recupera la sección longitudinal de tres pisos o niveles. En su defecto se gana altura a través de un amplio claristorio o piso de ventanales, nivel de las arquerías, que proporciona una luz casi vertical. Cada vano se organiza mediante una estructura geminada, dividido por un parteluz y decorado con motivos de tracería como tréboles, óculos o cuadrifolios. La catedral de Chartres sirvió de modelo para las siguientes catedrales góticas.

Este periodo del gótico clásico culminó en la catedral de Reims (comenzada en 1210).

En torno a 1220, la nave de la catedral de Amiens retomó el sentido clásico y ascensional de Chartres y Reims, enfatizando la verticalidad y la estilización de los pilares. De este modo Amiens supuso una transición hacia la más elevada de las catedrales góticas francesas, la catedral de Beauvais. En ella aparece un gigantesco piso de arquerías (derivado de Bourges) bajo un piso de ventanales del mismo tamaño, que permite alcanzar la altura sin precedentes de 48 metros.

Gótico radiante o rayonnant

La catedral de Beauvais se comenzó en 1225, un año antes de que Luis IX de Francia ascendiese al trono. Durante su largo reinado, de 1226 a 1270, la arquitectura gótica entró en una nueva fase denominada radiante o rayonnant. El término rayonnant deriva de los elementos radiales, como los de una rueda, que conforman los enormes rosetones característicos de este estilo. La altura dejó de ser el principal objetivo, y en su lugar se extremó la desmaterialización del muro reduciendo el espesor de la mampostería, extendiendo los ventanales y reemplazando el muro exterior del triforio por vanos de tracería. Los muros de este periodo radiante asumieron el carácter de membranas traslúcidas.

Todas estas características del gótico radiante fueron incorporadas en la primera empresa importante llevada a cabo durante esta nueva fase, la reconstrucción (comenzada en 1232) de la iglesia abacial de Saint-Denis.

En la evolución de la arquitectura gótica, el progresivo aumento de los vanos acarreó la posibilidad de crear un ambiente interior sacralizado y simbólico a través de la luz coloreada que pasaba a través de las vidrieras. Los colores dominantes fueron el azul oscuro y el rojo rubí brillante.

 

Características

Frente a las pequeñas y oscuras iglesias rurales del románico, el gótico eleva prodigiosas catedrales llenas de luz, desarrolla una importante arquitectura civil e independiza a las otras artes plásticas (pintura y escultura) de su subordinación al soporte arquitectónico.
No obstante, hay también muchos elementos de continuidad: el predominio de la inspiración religiosa en el arte sigue siendo indiscutido, el monasterio como institución apenas varía excepto en detalles formales y de adaptación a nuevos requerimientos, la misma planta de las iglesias sigue siendo predominantemente la cruz latina con cabecera en ábside orientada al este, aunque se complique o varíe (plantas basilicales, colocación del transepto en el centro, complicación de naves, capillas y girolas). Sin duda el principal elemento de continuidad es la concepción intemporal de la obra: en la mayor parte de las construcciones los estilos se suceden y funden al ritmo de los siglos, sabiendo los contemporáneos que hacen una obra que ellos no verán terminada, ni quizá sus hijos o nietos. En muchas de ellas, incluso se pone en valor el atrevimiento por comenzar un desafío técnico o económico (a veces por rivalidad política) que cuando se inicia no se ha planificado cómo terminar, como es el caso de las catedrales de Siena y de Florencia.
Arquitectura
Portada gótica de Santa María la Real en Sasamón, con el característico arco apuntado y la abundante escultura en las arquivoltas y el tímpano.
A nivel arquitectónico, el estilo gótico nació en torno a 1140 en Francia, siendo considerada como el primer monumento de este movimiento la basílica de la abadía real de Saint-Denis (edificada por el abad Suger, consejero de Luis VII de Francia).
También desde finales del siglo XII y comienzos del XIII se divulga por los monasterios de la orden del Císter un estilo despojado de ornamentación y reducido a la pureza de los elementos estructurales, expresión de las concepciones estéticas y espirituales de Bernardo de Claraval, que se suele denominar arte cisterciense.
Este arte se ha definido durante mucho tiempo de manera bastante superficial, exclusivamente por la utilización de uno de sus elementos, el arco apuntado, al que suele llamarse ojival, del que se deriva la bóveda de crucería que permite desplazar los empujes a contrafuertes externos, que se alejan aún más de los muros mediante el uso de arbotantes. Eso permitió la construcción de edificios mucho más amplios y elevados, y el predominio de los vanos sobre los muros. Los elementos sustentantes (pilares de complicado diseño) quedan mucho más estilizados. Pero la utilización de un elemento no puede definir un estilo de forma global, se trata de un problema más amplio, de una nueva etapa histórica, una nueva concepción del arte y con él del mundo. Un elemento estructural, por importante que sea, no puede resumir un concepto global sobre la vida.
La luz
Los nuevos edificios religiosos se caracterizan por la definición de un espacio que quiere acercar a los fieles, de una manera vivencial y casi palpable, los valores religiosos y simbólicos de la época. El humanismo incipiente liberaba al hombre de las oscuras tinieblas y le invitaba a la luz.Este hecho está relacionado con la divulgación de las corrientes filosóficas neoplatónicas, que establecen una vinculación entre el concepto de Dios y el ámbito de la luz.Como las nuevas técnicas constructivas hicieron virtualmente innecesarios los muros en beneficio de los vanos, el interior de las iglesias se llenó de luz, y la luz conformará el nuevo espacio gótico. Será una luz física, no figurada en pinturas y mosaicos; luz general y difusa, no concentrada en puntos y dirigida como si de focos se tratase; a la vez que es una luz transfigurada y coloreada mediante el juego de las vidrieras y los rosetones, que trasforma el espacio en irreal y simbólico. El color alcanzará una importancia crucial.
La luz está entendida como la sublimación de la divinidad. La simbología domina a los artistas de la época, la escuela de Chartres considera la luz el elemento más noble de los fenómenos naturales, el elemento menos material, la aproximación más cercana a la forma pura.

El arquitecto gótico organiza una estructura que le permite, mediante una sabia utilización de la técnica, emplear la luz, luz transfigurada, que desmaterializa los elementos del edificio, consiguiendo claras sensaciones de elevación e ingravidez.

Escultura gótica

En la escultura gótica las tallas en piedra continúan usándose para la decoración de la arquitectura, además de cumplir la función evangelizadora (el catecismo de los analfabetos, la inmensa mayoría de la población) pero cada vez se emancipa más (paso del relieve al bulto redondo). La escultura gótica evolucionó desde un estilo alargado y rígido, aún en parte románico, hacia un sentimiento espacial y naturalista a finales del siglo XII y principios del siglo XIII. La influencia de las esculturas griegas y romanas que aún se conservaban se incorporaron al tratamiento de las telas, las expresiones faciales y la pose.

Las esculturas góticas nacieron en los muros de las iglesias, a mediados del siglo XII en la Isla de Francia, cuando el abad Suger hizo construir la abadía de Saint-Denis (h. 1140), considerada el primer edificio gótico, y muy pronto le siguió la catedral de Chartres (h. 1145). Anteriormente, no había tradición escultórica en la Isla de Francia, así que los escultores se traían de Borgoña, quienes crearon las revolucionarias figuras que actuaban como columnas en el Pórtico Real de Chartres. Era un invento enteramente nuevo y proporcionaría el modelo para una generación de escultores.
Las ideas francesas se divulgaron. En España la penetración del gótico francés se hizo a través de maestros y obras que llegaron procedentes de este país, por ejemplo en Cataluña la influencia del taller de Rieux es bastante evidente en la virgen del Patrocinio de Cardona. En Alemania, desde 1225 en la catedral de Bamberg en adelante, el impacto se encuentra en todos los lugares. La catedral de Bamberg tiene el más amplio conjunto de escultura del siglo XIII, culminando en 1240 con el Caballero de Bamberg, la primera estatua ecuestre en el arte occidental desde el siglo VI, y que se cree que retrataba a Conrado II.
En Inglaterra la escultura estaba más limitada a monumentos funerarios y decoraciones no figurativas, en parte debido a la iconoclastia cisterciense. En Italia aún persistía la influencia clásica, destacando obras como el púlpito del baptisterio de Pisa (1269) y el de la catedral de Siena. Una obra maestra tardía de la escultura gótica italiana es la serie de tumbas de los Scaligeri en Verona.
Las técnicas de tallado de madera se hacen cada vez más sofisticadas, llegando a su máximo esplendor en la integración del color y el diseño arquitectónico de complejísimos retablos. La recuperación de la tradición clásica de la fundición del bronce deberá esperar al renacimiento italiano.
El escultor flamenco-borgoñón Claus Sluter y el gusto por el naturalismo marcó el comienzo del fin para la escultura gótica, evolucionando hacia el clasicista estilo renacentista a finales del siglo XV.

Pintura

Un estilo de pintura que pueda llamarse «gótico» no apareció hasta alrededor de 1200, o casi 50 años después del comienzo de la arquitectura y la escultura góticas. La transición del románico al gótico es muy imprecisa y no hay un claro corte, pero podemos ver los comienzos de un estilo que es más sombrío, oscuro y emotivo que en el periodo previo. Esta transición ocurre primero en Inglaterra y Francia alrededor de 1200, en Alemania en torno a 1220 e Italia alrededor de 1300.

Es usual indicar que, mientras en el románico las representaciones figurativas son simplificadas e idealizadas, en el gótico se tiende a aumentar el realismo y naturalismo, aproximándose a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, que, no obstante, sigue siendo poco usual.

En el gótico, en correspondencia con las nuevas tendencias filosóficas y religiosas (recuperación de la filosofía de Aristóteles a través del averroísmo, humanismo de San Francisco de Asís) se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico.

También hay lentos avances en el uso de la perspectiva y de otras cuestiones técnicas en pintura en cuanto al tratamiento de los soportes (que permiten la mayor difusión de un arte mobiliar), los pigmentos y los aglutinantes.

La pintura, esto es, la representación de imágenes sobre una superficie, durante el periodo gótico, se practicaba en cuatro técnicas principales:
  • Frescos. La pintura mural o frescos siguieron usándose como el principal medio para la narración pictórica en las paredes de las iglesias en el Sur de Europa, como una continuación de las tradiciones cristiana y románica anteriores.
  • Vidrieras. En el norte de Europa, las vidrieras fueron el arte preferido hasta el siglo XV.
  • Pintura sobre tabla. Comenzaron en Italia en el siglo XIII y se extendieron por toda Europa, de manera que para el siglo XV se había convertido en la forma predominante, suplantando incluso a las vidrieras.
  • Miniaturas. Los manuscritos iluminados representaron la más completa documentación de la pintura gótica, documentando la existencia de una serie de estilos en lugares donde no han sobrevivido otras obras monumentales.
  • La pintura al óleo sobre lienzo no se hizo popular hasta los siglos XV y XVI y fue el punto de partida del arte renacentista.

Aparición del naturalismo

Los convencionalismos en el tratamiento de los pliegues fueron reemplazados por volúmenes más sólidos y naturales en un proceso que comienza en torno a 1210 con la portada de la Coronación de la catedral de París, y que continúa después de 1225 en las portadas de la catedral de Amiens.
A partir de 1240 ya se aprecian en la fachada occidental de la catedral de Reims y en las estatuas de los apóstoles de la Sainte-Chapelle de París los pliegues pesados y angulosos, profundamente esculpidos en forma tubular, característicos de la escultura gótica posterior. Al mismo tiempo las estatuas se liberaron del soporte arquitectónico.

En las estatuas de Reims y en las del interior de la Sainte-Chapelle se consolidó el típico rostro de las figuras góticas: forma triangular, mentón destacado, ojos almendrados y una marcada sonrisa. Al mismo tiempo se inició la representación de posturas y gestos amanerados, que resultan de una síntesis entre las formas naturalistas, la elegancia cortesana y una delicada espiritualidad.

Otros géneros desarrollados por la escultura gótica fueron las imágenes votivas, esculturas de bulto redondo de pequeño tamaño con representaciones de la Virgen y el Niño o de Cristo crucificado, en las que se aprecian los cambios iconográficos que se produjeron en el mundo gótico, como una mayor humanización y naturalismo. Por otro lado, el relieve alcanzó gran esplendor en los retablos, las sillerías de coro y los sepulcros de grandes personajes.

En relación a las tendencias naturalistas, aparecieron interpretaciones más humanizadas de la Virgen con el Niño, imágenes que muestran una relación amorosa en la que la Virgen mira a su hijo dulcemente o juega con él mientras le ofrece una flor o una fruta. Un ejemplo de esta nueva iconografía es la Virgen con el Niño de la portada inferior de la Sainte-Chapelle, un modelo que siguió vigente en Europa durante varios siglos.